jueves, 30 de enero de 2014

LA PIEL DURA;

Parte II del artículo.

De Françoise Truffaut.

* Análisis de la acción resolutiva de la película.


Esta película está pasada por el tamiz de la inocente mirada infantil, de la ingenuidad de los niños. Se trata de las curiosas historias de una serie de niños que viven en una pequeña localidad francesa.

La película está estructurada a base de ir hilando pequeños retazos de las vivencias de unos y de otros, casi todas son de niños salvo la historia del maestro nuevo que llega con su mujer que está a punto de dar a luz y la vecina, madre soltera del pequeño Gregory, el niño que cae por una ventana, pero es poco representativo en relación al volumen general del film, la historia no va de adultos. Pese a todo la elección de los pocos adultos que aparecen no es casual, la figura del maestro está muy vinculada a la vida del propio Truffaut:

“Quería deciros que si elegí el oficio de maestro fue porque guardo un mal recuerdo de mi juventud y porque no me gusta la forma en que se trata a los niños…”(Diálogo de La piel dura).

Totalmente en contra de las vejaciones hacia los niños nos cuenta la triste historia de un niño que sufre malos tratos, sin embargo, la historia propiamente dicha es lo que se nos desvela al final, en la acción resolutiva.
Para entender el análisis de la acción resolutiva se va a hablar en forma de síntesis de la acción global de toda la película.

Nos encontramos en un colegio al que acaba de llegar el maestro. Se acaba de instalar con su esposa en un piso de un bloque cercano a la escuela. En ese mismo edificio vive la madre soltera, citada con anterioridad, su esposa y esta mujer congeniarán. La madre soltera trabaja en un cine, cine al que acuden los niños de la localidad que son los niños que también van a esa escuela, todo está así unido.

En un momento dado, momento muy angustioso, el niño pequeño de la madre soltera se caerá por la ventana ante la mirada atónita de los vecinos y se levantará tal cual, sin que le haya pasado nada, materializandonos en forma de imagen aquello de que los niños son de goma, cosa hasta cierto punto cuestionable a mi juicio, no obstante, lo que si tenemos claro es que desde esa altura un adulto se habría matado.


Se intercala a modo de sketch la divertida historia de una niña a la que sus padres han dejado castigada en casa sin comer y se asoma por una ventana gritándoles a los vecinos que la han dejado sola. Montan un número muy divertido con una serie de cuerdas y le consiguen pasar una cesta con comida. Al final la niña acaba comiendo mejor que sus padres que se habían ido a un restaurante.
 Como curiosidad decir que está pequeña anécdota de la niña sucedió en realidad, Truffaut la tomó de un hecho real.

A la escuela llega, una vez se ha empezado ya el curso, un misterioso niño que asuntos sociales ha enviado allí con una carta. Mientras vamos de una historia a otra, el misterio de este niño conflictivo del que el espectador sabe muy poco ( en ello se fundamenta el misterio narrativo) nos acompañara hasta la acción resolutiva.

Por ejemplo, hasta el final nunca se ve a su familia, es cierto que nos acercamos como espectadores hasta su casa varias veces, no obstante, nunca se ve el interior ni vemos a un solo familiar suyo, al que por otro lado veremos siempre solo será al niño y seremos testigos de sus problemas para relacionarse con el resto. Pero lo que el espectador sabe, de lo que puede ser consciente, es de que algo raro sucede con ese niño y con su familia. Este misterio será  el motor de la acción  sobre el que se hilaran el resto de historias, o mejor dicho,  subtramas narrativas, es una película muy rica precisamente en subplots que a veces tocarán la acción principal y otras, como en el caso de la escena de la niña, ni siquiera la tocan  pero si ayudan a reforzar el tema transcendente que acaece en la filmación; miradas de niños, la forma inocente que tienen de ver el mundo.


Es también importante la historia de un personaje que hace de contrapunto del niño conflictivo, además es de los niños del colegio que quizá más trato tiene con él aunque no se relaciona mucho con su entorno, es la historia de un niño muy inocente y bueno que cuida de su padre que está en una silla de ruedas.

De este niño presenciaremos sus primeras citas con chicas, van al cine a ver si puede besar a alguna pero al final todas acaban liándose con su amigo. La picaresca de estas primeras experiencias es palpable, la inocencia de estas primeras citas. Ante el rechazo de las niñas al final se enamora de la madre de un amigo que, obviamente, no le corresponde.

La acción resolutiva se encarga en esta película de  cerrar el misterio que cubre la trama principal, desvelándolo, pero también va cerrando todas aquellas pequeñas historias que se cernieron en torno a esta. Las pequeñas tramas, las acciones episódicas, como la ya citada historia de la niña, o la de la caída de Gregory, se cierran solas pues dentro de su pequeña estructura tienen su principio y su final.

Lo que da comienzo al final, más o menos 15 min. antes de que el film finalice, es el hecho de que unos médicos van a la escuela a realizar una revisión  a los niños y cuando consiguen hacer entrar al niño conflictivo, que se resiste como ninguno, descubren que es víctima de malos tratos, está lleno de moratones y de quemaduras de cigarro. Las autoridades  policiales abren su casa y se desvela que el niño vivía con su madre y su abuela que estaban locas, eran además alcohólicas. En varias escenas vemos al niño vagando solo de noche por las calles, rebuscando a ver si a alguien se le ha caído alguna moneda, robando para conseguir dinero y  poder llevar botellas de alcohol a su casa. Es en este momento, al ver a las dos esposadas por la policía, cuando atamos cabos y comprendemos.

[001.jpg]

Otras historias que se cierran son:

 La del maestro, nace su hijo y realiza justo al final de la película, que coincide con el último día de colegio, un discurso acerca de lo que acaba de acontecer con el niño maltratado, que bien podría estar hablando el propio Truffaut porque de hecho lo que dice el maestro es lo que diría él. Es un discurso muy emotivo, lo que han vivido les ha hecho reflexionar tanto a él como al resto de profesores y en concreto hay una profesora que se echaba la culpa por no haberlo sabido ver lo que pasaba y él maestro la consuela diciéndola: no olvides que él lo ocultaba todo.  Lo dramático del asunto es que, como no es un adulto, el niño se siente culpable y oculta al resto lo que le está pasando. Con este discurso final queda patente lo cruel de que la víctima de malos tratos sea un niño, las injusticias que arremeten contra los niños y es poco lo que hacen por ellos los gobiernos, que como no tienen voto y por así decirlo no tiene voz, limitan sus derechos, sería algo así como todo por el niño pero sin el niño.

Estamos claramente ante la visión del director del film, Truffaut, que había sufrido maltrato en su infancia. Fue un hijo no deseado que creció sintiendo que estorbaba a todo el mundo. El maltrato a la infancia es algo con lo que estaba muy sensibilizado, contra lo que luchó toda su vida y por ello intentó siempre ser un buen padre, cariñoso para sus hijas, lo cual le parecía algo de gran importancia.


También se cierra la historia de las frustraciones amorosas del niño que cuidaba a su padre enfermo cuando al acabar el colegio se va de vacaciones a unas colonias y allí besa a su primera chica.
 Así, el final de la historia permite un esclarecimiento definitivo de las relaciones existentes entre los motivos de la historia ( Jesús García Jiménez.1996.339 pág.).Aquí se da muestra de ello y se zanja todo, se cierran todas aquellas cuestiones que se fueron planteando a lo largo del relato narrativo. Se trataría pues de una elucidación.

La perplejidad es el signo narrativo de la acción que nos ataña pues, como se ha visto, sume al espectador en una encrucijada de caminos y posibles interpretaciones de los mismos, da cuenta de ello la historia de los malos tratos. El tema aparece formulado como un problema, el tema serían los niños y  su mirada ingenua sobre el mundo que es lo que genera el problema principal de la película, la víctima es un niño, si la víctima hubiese sido un adulto no hay que olvidar que la película habría sido otra.

La respuesta a la cuestión que plantea la película es que el niño callaba por ser niño.

Todo problema bascula entre el dato y la tesis. En nuestro caso surge cuando, a la vista de la imagen, nos preguntamos el porqué de la acción. El post hoc se justifica en el discurso narrativo por el propter hoc.( Jesús García Jiménez.1996.340 pág.)

Tal y como se ve claramente en la escena en la que el niño lleva a su casa un montón de botellas de alcohol o cuando un día se ha olvidado los libros del colegio, se tira mucho rato llamando a la puerta de casa , no le abren y al final vemos como le tiran los libros por la ventana, es la imagen lo que salta a nuestra vista y nos preguntamos el porqué de la acción, qué le pasa a ese niño o qué le pasa a su familia porque ahí se nos evidencia que está ocurriendo algo raro.

La tipología de acción resolutiva de la que hablamos aquí correspondería a la de  final como signo narrativo, de acuerdo con las tipologías señaladas por Jesús García Jiménez en su libro Narrativa audiovisual del cual hemos venido extrayendo ideas para el tratamiento de un final narrativo.


La peripetia, que ha sido llamada el equivalente, en la narrativa, de la ironía retórica, aparece en todas las narraciones con un mínimo de complicación estructural. Ahora bien, la peripetia depende de nuestra confianza en el final de la obra. El interés de que se falseen nuestras expectativas tiene obvia relación con nuestro deseo de llegar al descubrimiento, o el reconocimiento por vía inesperada y reveladora.(Frank Kermode, 1983.Pág 27.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario