LA NOCHE AMERICANA. Parte I.
LA PELÍCULA.
Para poder llegar a final de mes Truffaut y su amigo de toda
la vida, Robert Lachenay, en sus años de juventud, intentan sacar partido a su
cinefilia y elaboran entre otras cosas los programas de los cines de barrio.
También organizan un pequeño trapicheo de fotogramas que sustraen por las
noches desmontando con la ayuda de un destornillador las vitrinas de los
escaparates de los cines. Truffaut pondrá en escena esos paseos nocturnos a
través de un sueño que tiene con el cineasta Ferrand en la película que nos
ataña ; La noche americana.
Truffaut estuvo preso en Wittlich por desertor militar.
Hay que decir que él se había alistado voluntariamente, debido a uno de sus
muchos desengaños amorosos, para romper con todo pero se arrepiente rápidamente, esa férrea
disciplina no va con él.
Será acusado por deserción dos veces en su vida y por ambas
sufrirá prisión.
Durante el riguroso invierno que pasó en la cárcel de
Wittlich fue varias veces atendido en la enfermería aquejado de sinusitis
recurrentes y de trastornos auditivos persistentes.
Esas dolencias que contrajo le perseguirán durante mucho
tiempo ya que nos será operado del tabique nasal hasta principios de los 60´ y,
para el resto de su vida, padecerá una
pérdida de audición en el oído derecho por culpa del frío y del estruendo
de los cañones.
Más tarde en La noche
americana Truffaut recreará sus sordera en el personaje de Ferrand, el
director de cine que interpreta él.
Hay una anécdota curiosa que sucede en el rodaje de La piel suave y, es el hecho de que
querían incluir en una escena un gato bebiendo leche y el animal no quería, al
final cambian de gato varias veces formando una especie de odisea en el rodaje.
Esto que pasó de verdad fue incluido en el rodaje de la película que se rueda
dentro de La noche americana.
A mediados de agosto de 1971 Truffaut ya dispondrá del
bosquejo de un guión que narra la historia del rodaje de una película, sin
embargo, este proyecto quedará aparcado mientras rueda Una chica tan decente como yo.
Dentro de la película se narra un rodaje que se lleva a cabo
en los estudios de la Victorine. Así,
Truffaut, hará realidad su sueño de mostrar las bambalinas de un rodaje. Será
una declaración de la fe en el cine, lo que más quería el director en el mundo.
La ficción le permite de esta forma desvelar aquello que le
resulta frustrante evocar en las entrevistas o que carecería de interés describir en un documental sobre los
propios rodajes. Será una película a caballo de alguna manera entre el
documental y la ficción.
Truffaut se esforzará, a través de la figura de Ferrand, en
dar una imagen neutral y profesional del director de cine en plena faena, sobre
todo de no parecer un artista.
Desea mostrar una cara diferente del cine, la de los lazos
de amistad y en ocasiones historias de amor que surgen. Nada es capaz de
detener el rodaje, es algo así como “el tren en la noche”.
United Arties se
negará a financiar la película por considerar muy arriesgado el guión,
demasiado intelectual “una película dentro de una película” puede alejar al
público no entendido.
Al final el representante en Londres de la Warner será quien
le firme el contrato en mayo de 1972.
Truffaut pide a sus propios compañeros técnicos que
interpreten su propio papel en la pantalla.
El 26 de Septiembre de 1972, actores y técnicos se darán cita
en los estudios de la Victoriane de Niza para comenzar un rodaje que sólo
durará cuarenta y dos días.
La
noche americana se estrenará en París el 24 de mayo en nueve
salas. La crítica será elogiosa. Sin embargo una amplia parte del público
piensa que se trata de un documental y otro porcentaje que es una película
demasiado intelectual, en el sentido ya citado con anterioridad. Por ello
tratara de evitar en la prensa toda mención a que se trata de una película
dentro de otra película. Pedirá que el departamento de publicidad evite
explicar el título Noche americana
como refiriéndose al trucaje sino más
bien a través de un doble sentido “noche de amor franco- hollywodiense”. No le
preocupó que se desvirtuara el título de cara al público, cuando se tratará de
favorecer la promoción de esta película en la que tenía gran interés.
Su éxito terminará incluso provocando reacciones de celos o
de rechazo. En Mayo de 1973, cuando se dispone a presentar La Noche Americana
en Cannes, es consciente de ocupar una posición paradójica dentro del cine
francés:
“Puesto
que, de cualquier manera, siempre tendremos un izquierdista a nuestra izquierda
y un Verneuil a nuestra derecha, acepto todos los juicios de valor que me
sitúan en el centro. Robert Wise es el Verneuil
de Verneuil, Verneuil es mi Verneuil, al igual que yo soy el Verneuil de
Godard que es el Verneuil de Eustache que es el Verneuil de Garrel que se
convertirá a su vez en el Verneuil de algún otro- y yo se lo que deseo, porque
eso significará que magníficas películas podrá ser al final difundidas con
normalidad.(Antoine de Baecque y Serge Toubiana. Segunda edición 2006, la
edición que se revisó es de 2001, el texto original de 1996.Pág 431).
Truffaut y Godard( otro de los miembros de la Nouvelle vauge) romperán definitivamente
su relación de amistad después de esta película en la que Godard le lanzará
comentarios tan duros como estos:
“Eres un mentiroso,
porque el plano tuyo junto a Jacqueline Bisset la otra noche en Francis(un
restaurante situado en la place de l`Alma) no sale en tu película y la gente se
pregunta porque el director es el único que no folla en La noche americana”. (Antoine
de Baecque y Serge Toubiana. Segunda edición 2006, la edición que se revisó es
de 2001, el texto original de 1996.Pág 432).
Evidentemente se burla de la faceta mujeriega de Truffaut,
que quiso presentar de manera seria la labor de un director de cine y su ex
amigo le ataca por ello.
La imagen de artista subversivo, vanidoso, irrita a Truffaut
que desde siempre prefería los artistas humildes.
Los que consideran a Truffaut un traidor, quienes mantienen
un duro juicio contra su persona, se basan en un análisis negativo de La noche americana , cuya moral
consideran esencialmente optimista y conciliadora, entendida como una apología del
cine clásico y de su magia, en la cual Truffaut sella un compromiso con la gran
familia del plató. Godard será el primero en abrir la veda.
Truffaut hace una defensa de su causa, la de un cineasta
libre cuya carrera está jalonada tanto de éxitos como de fracasos:
“Me siento totalmente
responsable de las películas que ruedo, de sus cualidades y de sus defectos, y
no acuso nunca al sistema.”(Antoine de Baecque y Serge Toubiana. Segunda
edición 2006, la edición que se revisó es de 2001, el texto original de
1996.Pág 436).
El discurso sincero de Truffaut suena a falso a muchos de
sus contemporáneos.
Tras el éxito de La
noche americana Truffaut decide bajar su ritmo de trabajo. Recién cumplidos
los cuarenta años el cineasta el cineasta experimentará la necesidad de poner
orden a su vida.
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